Cómo evitar los celos hacia el nuevo hermanito.

La llegada de un bebé a un hogar siempre provoca cambios (mobiliario, espacios, rutinas, etc), pero cuando hay un hermanito ya en casa esos cambios, que se hacen de manera natural, pueden afectarle sin que seamos conscientes de ello.

Los niños tienden a tener ilusión por ver al ser que mamá lleva en su barriguita, incluso se multiplica cuando el nuevo hermano está ya en casa. Entonces, ¿cuándo viene el problema? Cuando llegan las visitas a casa a ver al nuevo componente de la familia, ya que suelen traer regalos para el pequeño, le hacen todo tipo de carantoñas, lo cogen, lo besan, etc, de manera que el niño se va sintiendo cada vez más excluído y, al tiempo, se ve cargado de nuevas responsabilidades: coger al bebé, ayudar en el baño, traer el pañal, etc..

Todo esto puede ser mitigado siguiendo estos simples consejos:

1. No dejar de prestar atención al niño. Es difícil, pero no imposible.

2. Procurar que las visitas, al menos las más allegadas, traigan un pequeño obsequio al niño, de este modo no se sentirá olvidado.

3. Nunca forzar al niño a hacer aquello que no desee. Si no quiere coger al bebé, o no quiere ayudar, o cualquier otra cuestión, nunca lo forcéis, puede ser contraproducente.

4. No olvidéis que sigue siendo el mismo niño que antes de la llegada del bebé, no queráis que de un día a otro se convierta en un adulto responsable.

Os recuerdo que estos son consejos para mitigar el efecto nunca para eliminarlo, los celos son algo perfectamente natural en estos casos.