La élite malagueña debate sobre educación.
El pasado 23 de mayo se celebró en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga una mesa redonda patrocinada por la Fundación Sando y moderada por Berta G. de Vega, periodista de "El Mundo" Andalucía. La idea principal era comparar sistemas educativos de diferentes países, debatir sobre las razones de la posición de stos en el Informe Pisa, y otras cuestiones más.
En aquella mesa se encontraba Alicia Delibes, viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid, la cual lanzó la idea el año pasado de establecer Institutos de Excelencia a los que acudirían los alumnos más sobresalientes del sistema educativo madrileño; quien entiende que la educación en España con su igualitarismo esconde una discriminación social. También tenían representación en la mesa los centros educativos: Sunny View School, Novaschool, la Escuela Finlandesa de Fuengirola (ocupan el liderazgo en el informe PISA) y el Liceo Francés; como escuela pública estaba el CEIP García Lorca.
Probablemente pequé de ingenua al pensar que lo que se dijera en aquella mesa abriría un interesante debate que nos llevaría a concretar los grandes males de nuestro sistema educativo. No fue así.
La primera intervención fue de Alicia Delibes quien, sin el menor reparo, habló de su "magnífica" idea de crear Institutos de Excelencia. Ella narró que esto consistía en seleccionar al alumnado brillante (que a saber qué entiende ella por brillante) y reunirlos a todos en un mismo centro. Pretende estimular a los estudiantes sobresalientes profundizando y ampliando el temario previsto por ley. Para poder optar a este programa se tiene que pasar una prueba y finalizar Secundaria con mención honorífica. Ante esto, el Ministerio de Educación, en respuesta, tildó la propuesta de "segregadora", contraria "al principio básico de socialización en las aulas".
Tras la intervención de la viceconsejera le llegó el turno al resto de participantes, los cuales mostraron a grandes rasgos sus sistemas educativos y a qué niveles hacen ellos su segregación.
En un siguiente turno se habló de la convivencia en los centros y de cómo se atajan los casos de conductas contrarias a las normas. Evidentemente, todos los centros educativos ya sean públicos o privados cuentan con unas normas de convivencia y, por ende, unas sanciones en respuesta al no cumplimiento de éstas. A la directora del colegio británico, mientras hablaba sobre cómo se hacían las cosas en su centro, ya me la imaginaba con traje de cuero y látigo. En el resto de los centros todo parecía estar controlado, alumnos fantásticos y maravillosos todos.
En la última ronda de intervenciones la directora de Novaschool sacó a relucir el tema de las pruebas de diagnóstico, el colegio finlandés habló de la rapidez de diagnóstico de alumnado con problemas, el Liceo Francés y la escuela británica sacaron el tema del respeto hacia el profesor. Como todo esto daría para escribir un libro, me voy a decantar por exponer mi aportación al debate.
Cuando Berta determinó que se abría el turno de debate con el público asistente alcé la mano y se me concedió la palabra, no sin antes ser oficialmente por parte de Berta presentada a la mesa y al público asistente. Mi intervención se inició diciendo literalmente lo siguiente: "llevo todo el rato dando saltos en la silla, estáis contando una realidad que para nada tiene que ver con la que yo vivo cada día". Para acto seguido dirigirme a la viceconsejera y hacerle una cuestión muy sencilla: " Usted ha hablado de la selección del alumnado brillante pero imagino que para alumnos brillantes se requerirá de profesores brillantes, ¿cómo se hace esa selección?". Tras muchas vueltas, mucho parafraseo y divagaciones, la conclusión era que son seleccionados por expediente.
Acto seguido me dirigí al resto de la mesa uno a uno comenzando por Novaschool a cuya directora agradecí que sacase el tema de las pruebas de diagnóstico y a quien expuse que eran "una pérdida de tiempo y de dinero, ya que unas pruebas estandarizadas no pueden ser presentadas a niños tan dispares como la zona de Cerrado Calderón y la zona de Palma-Palmilla, ya que el nivel de los alumnos en una y otra zona no son los mismos. Por lo que las pruebas arrojan resultados bastante falsos a mi modo de entender".
Al director de la escuela Finlandesa le dije "afortunado usted que tiene diagnóstico de los alumnos al día siguiente de detectar los problemas, yo puedo pasar más de una año esperando a que el EOE me los diagnostiquen". De igual modo me dirigí a la directora de la escuela británica, la cual habló de la importancia del "usted" para evitar faltas de disciplina: "permítame que le diga que el trato de "usted" por parte del alumno al profesor no tiene por qué significar respeto, un alumno puede tutear al profesor y tener más respeto que otro que se dirija con el usted. No es esa la base del respeto".
Lo último que expuse en mi intervención fue a todos en general: "El profesorado hoy día carece de prestigio, de valor, ya no somos considerados como antes y mucho menos respetados. Nuestros roles han cambiado, no somos solo maestros, se nos exige ser padres, enfermeros, guardianes, y toda una larga lista de funciones. Las familias pretenden que la educación, en todos sus sentidos, la demos nosotros, cuando es la familia la primera institución social con la que se encuentra el niño. Sin el apoyo de las familias a las escuelas, los problemas seguirán ahí".
Como conclusión diré que esperaba mucho más de aquella mesa redonda. Eché de menos lo que yo llamo "gente de la calle", allí había una élite que nada tenian que ver con la realidad del dia a dia, que no representan a la mayoría.
2 comentarios
Si nos preocupa el sitio de España en el Informe Pisa, los Institutos de Excelencia no lo van a arreglar: el informe Pisa habla de medias, no de extremos. Si se analizaran los niños más brillantes, a lo mejor España saldría en mejor puesto. Así que la pregunta es qué hacer con las médias, no con los mejores.
La educación pública ya no le interesa a nadie. Quieren convertir a España en un país de servicios y lo están consiguiendo. Eso sí, los niños de los ricos podrán ir a colegios privados o concertados (que al fin y al cabo es lo mismo) en los que les enseñen disciplina inglesa, sentimiento de superoridad nórdica, elitismo, etc y todos aquellos valores tan necesarios en un mundo en el que solo a ellos se les permitirá acceder. El resto, a servirles, que es para lo que hemos nacido la plebe. Pero lo peor es que esto se consigue con el beneplácito del voto de una mayoría absoluta, "absolutamente aborregada".